Pidamos a María que ayude a los católicos de China a ser siempre testimonios creíbles en medio de su pueblo de este amor misericordioso que ella tiene por su Hijo, y a vivir espiritualmente unidos a la roca de Pedro sobre la que está construida la Iglesia. Esta ha sido la invitación que el Santo Padre ha realizado este miércoles por la mañana en la audiencia general recordando que, “el 24 de mayo los católicos de China rezan con devoción a la Virgen María Auxilio de los Cristianos, venerada en el santuario de Sheshan en Shanghai”. Así, Francisco ha indicado que “en la estatua, arriba del Santuario, María carga a su Hijo, y lo presenta al mundo con los brazos abiertos en gesto de amor y misericordia”.
Por otro lado, el Papa ha recordado también hoy, que la Conferencia Episcopal Italiana ha propuesto que en las diócesis, en ocasión de la Vigilia de Pentecostés de este sábado, se recuerde a los muchos hermanos y hermanas exiliados o asesinados por el solo hecho de ser cristianos, «son mártires». Por eso, “deseo que este momento de oración haga crecer la conciencia de que la libertad religiosa es una derecho humano inalienable, aumente la sensibilidad sobre el drama de los cristianos perseguidos en nuestro tiempo y que se ponga fin a este crimen inaceptable”.
Como cada miércoles, el santo padre Francisco ha recorrido la plaza de san Pedro en el papamóvil antes de comenzar la catequesis, saludando a los fieles venidos de todas partes del mundo. Los allí presentes manifestaban su entusiasmo al ver pasar al Pontífice agitando sus banderas y gritando ¡Francisco, Francisco!
Durante el recorrido, el Papa ha intercambiado el solideo con algunos que le acercaban entre el público presente. Los niños, protagonistas absolutos en esta parte de la audiencia, han sido acercados hasta el jeep descubierto y así recibían una caricia y una bendición del Papa. Familias, jóvenes, niños grupos parroquiales, trabajadores; todos. Mientras Francisco hacía su recorrido por la plaza, un grupo de niñas asiáticas, vestidas con trajes tradicionales, tocaban campanas y otros instrumentos de percusión llenando toda la plaza de esta música característica.
Esta mañana, el Pontífice ha proseguido con la serie de catequesis sobre la familia, hoy ha reflexionado sobre la educación de los hijos como vocación natural de la familia.
Así ha asegurado que “la alianza educativa está en crisis en nuestros días, está rota. Los síntomas son muchos: por una parte hay tensiones y desconfianza entre padres y educadores; por otra parte, cada vez son más los ‘expertos’ que pretenden ocupar el papel de los padres que quedan relegados a un segundo lugar”. Por eso el Papa ha indicado que “es necesario favorecer la armonía, el diálogo y la colaboración entre los diversos agentes de la educación. El papel de los padres es insustituible, solo ellos pueden compensar algunos errores”. Sin embargo, ha proseguido “a veces se encuentran paralizados por miedo a equivocarse, ante la complejidad de la vida actual y las nuevas exigencias de sus hijos”.
De este modo, Francisco ha precisado que “la Iglesia está llamada a acompañar la misión educativa de los padres, sobre todo con la luz de la Palabra de Dios, que funda la familia sobre el amor. El mismo Jesús recibió una educación familiar, que le ayudó a crecer en edad, sabiduría y gracia. Si la educación familiar recobrara su protagonismo, muchas cosas cambiarían para bien». Es hora de que los padres y las madres –ha concluido– regresen de su exilio, y se impliquen plenamente en la educación de sus hijos.
A continuación, el Papa ha saludado a los peregrinos de lengua española. En primer lugar al nuevo presidente del CELAM, el cardenal arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar, recientemente elegido en la Asamblea y le ha deseado «¡buen trabajo!» También ha saludado a los fieles de la archidiócesis de Toledo, acompañados por su pastor, monseñor Braulio Rodríguez Plaza. «¿Saben hacer ruido ustedes eh?”, ha bromeado al oirles gritar. También ha saludado a los demás grupos venidos “de España, México, Argentina, Panamá, Chile y otros países latinoamericanos”. Pidamos al Señor –ha exhortado– que dé a los padres la confianza, la libertad y el valor necesarios para cumplir fielmente su misión educativa.
Finalmente, ha dirigido unas palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Por eso ha recordado que hoy es la memoria litúrgica de San Bernardino de Siena. De este modo ha deseado a los jóvenes que el amor del santo por la ecuaristía les indique «la centralidad de Dios en vuestra vida». También ha animado a los enfermos a «afrontar con serenidad los momentos de sufrimiento» y a los recién casados a fundar su familia «en el amor de Dios».